Culturismo, la cura para el envejecimiento

Culturismo, la cura anti envejecimiento

Ayer mismo, el cinturón te ajustaba perfectamente, podías ponerte a tope sin ningún problema y la edad madura semejaba algo tan remoto como las mismas estrellas.

La realidad de la juventud perdida puede penetrar de súbito, pero gran parte de lo que consideramos como «envejecimiento» es la acumulación de efectos, el resultado de hábitos de un estilo de vida negativo en desacuerdo con la marcha del tiempo.

Pero no os desesperéis; sea cual fuere vuestra edad, podéis luchar contra el reloj de la existencia usando tácticas que os devolverán el vigor de vuestros años iniciales.

El metabolismo tiende a reducir su velocidad a medida que nos vamos haciendo viejos y nos hacemos vulnerables a una serie de enfermedades crónicas.

Pero los estudios han demostrado que el desarrollo muscular es la clave para mantener un metabolismo estable y quemar calorías con más eficiencia.

Sólo la cuarta parte de los maduros practican ejercicios de forma regular. No hacen caso al mensaje enviado por sus médicos que dicen que un estilo de vida activo y sano es importante para las personas mayores.

Como resultado, sus últimos años pueden convertirse en un periodo de decadencia y declive.

En esta era de tecnología, a medida que se incrementan los costos de la salud y se deterioran las estructuras de la seguridad social, la prevención cobra un valor importantísimo.

Puede que todavía dispongáis de la energía de la juventud, pero al llegar a la madurez los malos hábitos se van haciendo con vosotros.

Sin embargo, aún os queda tiempo para salvaros. Tomaos responsabilidades por vuestra salud, e id en busca de la fuerza y la vitalidad.

Vivid correctamente. Ni el mejor sistema para protección de la salud puede proteger al fumador contra el cáncer de pulmón y el enfisema o prevenir la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la debilidad en las personas que comen lo que les apetece y se niegan a hacer ejercicio.

La mayor parte de las debilidades de la vejez no están producidas por el envejecimiento, sino por diversos factores de estilo de vida.

Y la elección -y la responsabilidad- son tuyas.

No hay perdida de memoria

Los músculos, huesos y ligamentos tienen memoria, y pueden recuperar su antiguo grado de salud y eficiencia.

Nadie es demasiado viejo para empezar la práctica del culturismo. Os quedaréis sorprendidos por los resultados obtenidos con un poco de entrenamiento contra resistencias si nunca lo habéis intentado .

Los procesos de curación y de desarrollo muscular se inician inmediatamente. No hace falta entrenar como un Mr. o una Miss Olympia. Con los artículos de cambiatufisico.com para principiantes ya disponéis de un buen elemento para comenzar.

Los conceptos del estilo de vida culturista han demostrado su valor a lo largo de las décadas.

Hoy, los practicantes de culturismo más viejos que iniciaron ese estilo de vida a edades tempranas, siguen, como segmento de la sociedad, en perfecta salud (los que no han recurrido a la química, claro). Invierten sabiamente en su calidad de vida con décadas de ejercicio regular y nutrición idónea.

Permanecen como brillante contradicción a los estilos de vida irresponsables que ha creado una población anciana plagada de enfermedades e inmobilidad.

El estilo de vida culturista

El estilo de vida culturista incluye tres componente distintos: resistencia, aerobios y flexibilidad. Los ejercicios de fuerza o en contra de resistencias consisten en tirar y empujar en contra de una resistencia, como son la pesas.

Los ejercicios aerobios son paseo, carrera, natación, ciclismo y todas las demás actividades que obligan a vuestro corazón a latir más deprisa durante unos cuantos minutos.

Los ejercicios de flexibilidad estiran los músculos para mantenerlos elásticos y suaves sin dolor o rigidez.

Las bases del estilo de vida culturista se pueden aplicar para toda la vida.

El tipo de ejercicio que desarrolla músculos fuertes y atractivos proporciona la mejor medicina preventiva disponible.

Empezad a hacer ejercicio ahora, sin que importe la edad que tengáis. Enganchaos al vagón del culturismo y descubriréis una nueva vitalidad que os durará toda vuestra existencia.

Ejercicios de entrenamiento contra resistencias

Este artículo está orientado para personas de 50 años en adelante y los ejercicios aquí expuestos son relativamente seguros. Pueden ser un buen comienzo.

No obstante, si no tienes experiencia previa con las pesas te recomendamos que busques ayuda profesional para evitar lesiones. Lo ideal sería encontrar un entrenador personal especializado en personas mayores.

Parte inferior

Extensión de piernas: sentados sobre una silla elevada del suelo, extended las piernas al frente, apretándolas arriba. Haced 15 veces.

Extensiones en maquina

«Curl» femoral de pie: de pie, con las rodillas ligeramente dobladas y sujetos con las manos a una silla o tabla.

Femoral en máquina de pie

Doblad una pierna hasta 90 grados en la rodilla, flexionad y soltad. Haced 15 veces y repetid luego con la otra pierna.

Elevación de talones: de pie, con los empeines del pie sobre un escabel, y los talones al aire.

Elevación de gemelos de pie con mancuernas

Elevaos sobre los dedos de los pies y bajad luego lo más abajo posible. Haced 15 repeticiones.

Parte superior

Flexiones en el suelo o contra la pared: si no sois capaces de hacer flexiones de brazos en el suelo, hacedlo contra la pared.

Flexiones

De pie, frente a un muro, con los brazos estirados. Mantened los talones sobre el suelo, doblad los codos y resistid el peso del cuerpo a medida que éste se mueve hacia la pared. (Los codos deben estar elevados). Retroceded de forma controlada. Haced 15 repeticiones.

Remo a una mano: agarrad una mancuerna ligera con la mano derecha. Colocad la rodilla y la mano izquierda sobre un banco para serviros de apoyo.

Remo mancuerna una mano

Con la palma de la mano mirando hacia vosotros, elevad la mancuerna, manteniendo el codo apuntando hacia arriba. Bajar la mancuerna con lentitud. Repetid 15 veces, y luego cambiar de brazo.

Curl de bíceps: de pie, con una mancuerna en cada mano, los brazos a los lados, subidlos lentamente hasta la proximidad de los hombros, volviendo al punto de partida. Repetid 15 veces.

Curl con mancuernas a dos manos

Extensión de tríceps: sentados sobre un banco o una silla. Con una mancuerna en la mano derecha, elevad el brazo hasta la cabeza de manera que el codo apunte hacia el cielo.

Extensiones con mancuerna a un brazo

Manteniendo el brazo próximo a la cabeza, extended la mano hacia arriba, deteniéndoos un poco antes de que el brazo se estire por completo. Repetid 15 veces y luego cambiad de brazo.

Elevaciones laterales (para hombros): de pie, con una mancuerna en cada mano, los brazos ligeramente doblados y al frente.

Elevaciones laterales de pie

Elevad las mancuernas hacia los lados (como si fuerais a iniciar un vuelo) llevándolas hasta la altura de los hombros. Bajad luego y repetid 15 veces.

Encogimientos abdominales: acostados sobre la espalda con las rodillas dobladas, los pies planos sobre el suelo.

Encogimientos abdominales en suelo

Con las manos detrás de la cabeza y el cuello para que nos sirvan de apoyo, elevad lentamente el torso (no sólo los hombros). Pensad en mover la caja torácica en dirección a la pelvis. Haced 15 repeticiones.

El ejercicio: ¿Qué puede hacer por vosotros?

El ejercicio para las personas de 50, 60, 70, 80 o mayores es igual de importante que el ejercicio para los jóvenes, o quizás todavía más.

El nivel elevado de «fitness» resultante del ejercicio regular ayuda a reducir el potencial de enfermedades degenerativas y mantiene nuestra vitalidad a medida que vamos envejeciendo.

  • El ejercicio ralentiza el declive natural de la capacidad aerobia. Hacer ejercicio aerobio unas cuantas veces por semana a lo largo de toda una vida puede reducir el declive normal de la capacidad cardiorespiratoria nada menos que a la mitad.
  • El ejercicio ayuda a mantener nuestra capacidad funcional y a vivir de manera independiente.
  • El entrenamiento con pesas mejora la fuerza muscular, aumenta la resistencia a la fatiga y potencia el contenido mineral de los huesos, lo que reduce el riesgo y la gravedad de la osteoporosis.
  • El ejercicio regular disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular al reducir la presión arterial, aminorar el porcentaje de grasa corporal, mejorar la circulación y reducir el colesterol LDL («Colesterol Malo»).
  • La reducción del estrés y las mejoras en el bienestar psicológico y autoestima pueden ser los mayores beneficios de todos.