Un reciente estudio de la Universidad de Alabama (Estados Unidos) revela que la obesidad en hombres adultos de entre 20 y 40 años reduce su expectativa de vida en más de una década.
En ocasiones, podría traducirse hasta en 20 años menos. Y la cosa es más grave entre los hombres que entre las mujeres, pues ellas pueden perder entre 5 y 8 años de vida.
Así, queda claro que los problemas relacionados con el peso van mucho más allá de la estética: la obesidad es un factor de riesgo de cardiopatías, diabetes y otras enfermedades crónicas asociadas al riesgo de muerte prematura.
La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) la define como una enfermedad crónica que se caracteriza por un exceso de grasa, lo cual se traduce en un aumento de peso.
Otro dato alarmante: la obesidad es el trastorno metabólico más frecuente de las sociedades desarrolladas.
No existe un tratamiento único contra este mal de nuestro tiempo. Lógico, pues no es lo mismo tener unos kilos de más que un sobrepeso patológico.
Para diagnosticar si existe obesidad o sobrepeso, se utilizan actualmente dos métodos.
Uno consiste en hallar el Índice de Masa Corporal (IMC). Se calcula dividiendo el peso entre la altura elevada al cuadrado, y se considera que la proporción saludable de masa corporal oscila entre 20 y 25 kg/m2.
Por debajo indica malnutrición o enfermedad; por encima, sobrepeso.
El otro método consiste en observar la distribución de grasa corporal. Hay que dividir el perímetro de la cintura por el perímetro de la cadera.
En el varón, cuando el resultado es superior a 1 se considera que indica obesidad de tipo androide.
Es decir, la grasa se concentra en la parte central del cuerpo, lo cual aumenta el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares.
Por último, con el cálculo de la circunferencia de la cintura se establece la obesidad de mayor riesgo: a partir de 95 cm en varones hay peligro, que aumenta a partir de 102 cm.
Tratamientos para adelgazar
El único método eficaz y saludable para perder peso es realizar una dieta saludable combinada con ejercicio físico.
Este plan se puede completar con un tratamiento estético, combinación que garantiza el éxito (a no ser que exista alguna patología).
Debe hacerse siempre bajo control médico.
Sin embargo, no todo el mundo responde de la misma forma a una dieta o tratamiento, como tampoco una misma persona responde igual en cada fase.
Por ejemplo, es mucho más fácil perder peso al principio de una dieta que después de unos meses (una buena razón para deshacerse de los kilos cuando sobran dos, sin dejar que se conviertan en diez).
Estas son todas las ‘armas’ REALES contra el sobrepeso y la obesidad:
Tabla de contenidos
Dietas hipocalóricas
El objetivo es conseguir un balance energético negativo; es decir, que la persona consuma menos calorías de las que gasta.
La dieta debe ser equilibrada desde el punto de vista nutricional, y es importante que se adecue a los gustos, costumbres y horarios de cada persona.
De nada servirá la fuerza de voluntad si lo que tenemos en el plato no nos gusta ni nos motiva.
Hay que procurar que la dieta no rompa radicalmente con las costumbres ni la forma de comer de antes, y hacer una transición progresiva hacia una alimentación más sana y variada.
Se pueden recetar diversas dietas, aunque existen divergencias entre clínicas.
Algunos ejemplos son:
Dieta de la zona
Tras hacer un estudio detallado del paciente y conocer sus hábitos alimentarios y de actividad física, se determina la proporción de proteínas, grasas e hidratos de carbono que debe consumir a lo largo del día.
La ingesta de alimentos se divide en cinco o seis comidas, ya que esta dieta determina que no deben pasar más de 3 horas sin tomar alimentos.
Tiene la ventaja de que las comidas se pueden sustituir por unos suplementos alimenticios y dietéticamente equilibrados.
Dieta disociada
Consiste en evitar la ingesta en una misma comida de alimentos ricos en proteínas y alimentos ricos en hidratos de carbono.
La ventaja es que se puede comer prácticamente de todo, siempre que se respeten las combinaciones.
Tiene la dificultad de que el paciente tiene que aprenderse muy bien la composición de los alimentos para poder mezclarlos correctamente.
Dietas proteinadas
Se basan en sobres de proteínas, ricas en vitaminas y minerales, que producen una eficaz pérdida de peso.
Son cómodas de realizar, pero tienen el inconveniente de que durante la primera etapa hay que mentalizarse para sustituir las comidas por sobres.
Una curiosidad: en París existe un restaurante donde esta dieta forma parte de la carta.
Creemos firmemente en la dieta que enseñe a la persona a comer adecuadamente.
Cada persona, de acuerdo a su peso teórico conveniente, su actividad laboral, su altura y sus actividades físicas, requiere diariamente la ingestión de determinadas calorías, repartidas en ciertas proporciones adecuadas entre hidratos de carbono (glúcidos o azúcares), proteínas y grasas.
La ingesta desequilibrada de alimentos siempre produce a estados de mala nutrición.
Se puede bajar de peso rápidamente sin asesoramiento médico, pero se entrará por lo general en estados de mala nutrición, ya que, además de la proporción adecuada de esos tres grandes nutrientes mencionados, nuestra dieta requiere de una cantidad adecuada de vitaminas, minerales y oligoelementos imprescindibles para la salud.
El exceso de peso debe ser combatido mediante un adecuado plan de alimentación y con control médico adecuado, sumado a actividad física habitual.
Contamos también con técnicas externas de tratamientos, como la mesoterapia, que actúa sobre el tejido graso acelerando la desaparición de lo que sobra, sobre todo en el abdomen (michelines).
Esto motiva al hombre a seguir adelante en su plan de comer adecuadamente y realizar ejercicio.
Bajando entre 300 y 500 gramos por semana, puede lograrse reducir el peso en diez kilogramos en cuatro o cinco meses, a expensas de reducir grasas, pero no masa muscular.
Tratamientos estéticos
Son un complemento a las dietas y al ejercicio físico. Y, desde luego, ya no son utilizados sólo por mujeres.
Cada vez más, los centros y clínicas de estética los ponen a disposición de los hombres.
Como ellos tienen menos grasa corporal, el resultado puede ser aún más eficaz que en las féminas.
Estos tratamientos se pueden acompañar con aparatología para ayudar a reducir volumen y fortalecer sobre todo la zona abdominal. Los más novedosos son:
ENDERMOLOGÍA
Utiliza un aparato para movilizar la hipodermis y mejorar el aspecto de la piel. Consiste en dos rodillos unidos a un aspirador que succiona el tejido y realiza un masaje profundo.
Reduce la retención de líquidos, mejora el retorno venoso y la circulación linfática y potencia la eliminación de grasa. Se recomienda para personas que sufren sobrepeso acompañado de un gran aumento de volumen.
PRESOTERAPIA
Se realizan presiones sobre diferentes partes del cuerpo para mejorar la circulación y eliminar grasas y toxinas.
El paciente se viste con un traje especial que cubre hasta la cintura y envía ondas de presión al organismo. Las zonas a tratar van sufriendo compresiones alternas que activan la circulación.
MESOTERAPIA
Consiste en la microinyección de fármacos homeopáticos con efecto lipolítico sobre la zona que queremos adelgazar, cuyo volumen se reduce.
Es muy conocido como método anticelulítico, pero también combate la flacidez y la grasa localizada.
Las sustancias se infiltran mediante agujas muy finas o con ayuda de un aparato (este último no deja marcas en la piel).
MASAJES
Solos o combinados con los tratamientos anteriores, resultan muy eficaces para reducir la ansiedad, ya sea del tipo que induce a comer demasiado o provocada por una dieta que causa cierto estrés.
Los más eficaces son los masajes orientales, como el shiatsu o tui-na.
Otro tipo de masaje muy eficaz es el drenaje linfático, que moviliza el exceso de grasas. Actúa sobre el sistema linfático (que forma parte del sistema circulatorio).
A través de él corre la linfa, un fluido que aporta oxígeno y nutrientes a las células y recoge de éstas los productos metabólicos de deshecho y las toxinas. Cuando este fluido se obstaculiza, los tejidos se obstruyen y se contaminan.
El drenaje lleva a las zonas linfáticas sanas el exceso de líquido acumulado, favoreciendo la eliminación de toxinas, grasas y líquidos.
Además, mejora la circulación y refuerza los mecanismos de defensa.
Ejercicio físico
Lo hemos repetido hasta la saciedad, pero debemos tenerlo siempre presente.
El objetivo es doble: por un lado, mantener el tono muscular y, por otro, aumentar el gasto energético. El ejercicio debe ser adecuado al estado del paciente; en obesidades importantes es aconsejable una actividad poco intensa, como caminar.
Hay que procurar que la práctica del deporte se haga en compañía, para evitar el aburrimiento y el tirar la toalla.
El ejercicio físico cotidiano (subir escaleras, caminar, hacer la compra, etc.) ha demostrado ser el más eficaz para disminuir y mantener el peso, según la SEEDO.
Psicoterapia
Aunque no solemos pensar en ello, el soporte psicológico es importante en los tratamientos para bajar peso.
La dieta y los cambios de hábitos producen ansiedad y estrés, y la voluntad falla muchas veces.
Además, a menudo hay factores emocionales implicados en el hecho de comer en exceso.
Se trata de ayudar al paciente a conocer qué causas hacen que coma en exceso ¿cuánto come, para qué, de qué forma?, ¿trata de llenar algún vacío con comida? , ¿siente adicción por un alimento?
Una vez que estos motivos se hacen conscientes, es más fácil comprometerse a bajar de peso y mantenerse en un equilibrio saludable.
Los cursos son aptos para todos los horarios, ya que duran un día. Consisten en ejercicios de autoconocimiento y un tiempo para exponer opiniones, dudas, sensaciones, etc.
Fármacos
Según informa la SEEDO, los tratamientos actualmente autorizados para tratar la obesidad pertenecen a dos grandes grupos.
En primer lugar, los que actúan sobre el sistema nervioso central disminuyendo la sensación de hambre y aumentando el metabolismo basal. Se trata de la sibutramina (Reductil) , comercializada en América, Alemania y Suiza.
El segundo grupo está representado por el orlistat (Xenical) , que actúa inhibiendo la absorción de un 30% de las grasas ingeridas y se vende en España con receta médica.
Además, existen tratamientos naturales a base de fibras. El chitosán, una fibra de origen marino, es uno de los más recomendables. Tiene efecto saciante y ayuda a disolver las grasas.
Cirugía
Se recurre a ella en casos extremos: cuando existe obesidad y el IMC es superior a 40.
CIRUGÍA BARIÁTRICA
Disminuye la capacidad gástrica o la absorción de alimentos. Incluye las operaciones de reducción del volumen del estómago y las técnicas de derivación gastrointestinal que reducen la absorción de los alimentos.
FIJACIÓN DE LOS MAXILARES
Se ha practicado para evitar que el paciente pueda comer sólidos, pero sus resultados son poco satisfactorios.
MARCAPASOS
Novedoso dispositivo contra la obesidad: capaz de engañar al cerebro y hacer sentir que el estómago está lleno. Tiene el tamaño de una caja de cerillas, se implanta en el abdomen y se conecta con electrodos en la pared del estómago.
Funciona estimulando a los nervios del estómago involucrados en la digestión, engañando al cerebro y haciendo creer a la persona que acaba de comer.
La principal ventaja es que no requiere del corte del estómago como en otras técnicas semejantes.
BALÓN INTRAGÁSTRICO
Es un dispositivo de silicona que se introduce deshinchado por la boca.
Una vez en el estómago, se llena de suero y produce sensación de tener el estómago lleno, con lo que disminuye la ansiedad por comer.
Sin embargo, el éxito depende del seguimiento de la dieta y el cambio de costumbres que deben acompañar a esta técnica, que no todos los expertos recomiendan.
Terapias alternativas
Ademas de las plantas medicinales, existen otros tratamientos muy útiles para eliminar esos quilos de más:
ACUPUNTURA
Terapia milenaria de origen chino que introduce agujas en los puntos de energía que surcan nuestro cuerpo. Los tratamientos son siempre personalizados y cada persona necesita estimular ciertos puntos.
Pero, en general, cuando hay sobrepeso, es necesario intervenir sobre el meridiano de intestino, para ayudar a mover los desechos.
Una variante de la acupuntura es la auriculoterapia. Aplicada en los puntos energéticos de las orejas, inhibe la ansiedad por la comida y mejora el metabolismo de las grasas. También actúa sobre los puntos de tensión, estrés o depresión.
El mismo efecto tiene la digitopuntura, que estimula los puntos sin necesidad de insertar agujas.
HOMEOPATÍA
Considera que la enfermedad es un estado de pérdida de equilibrio y sus síntomas (fiebre, dolor, cansancio, etc.) son la manera que tiene el cuerpo de defenderse.
Para comprender cómo este método estimula la curación, hay que partir de esta idea: una sustancia puede provocar una determinada enfermedad en individuos sanos, y esa misma sustancia aplicada en dosis muy pequeñas estimula los mecanismos de defensa de una persona enferma.
En otras palabras, el medicamento homeopático actúa como las vacunas, dando al cuerpo una dosis mínima de lo que él mismo ha elegido para curarse. Los remedios homeopáticos se extraen de sustancias de origen vegetal, mineral y, a veces, animal.
Se preparan diluyendo múltiples veces la sustancia en una solución de agua y alcohol. Tienen varias presentaciones: la principal son los gránulos, unas bolitas impregnadas del preparado que se ponen bajo la lengua para que se disuelvan rápidamente y lleguen a todo el organismo.