Diversos métodos intentan bloquear la proteína miostatina, para conseguir limitar los efectos negativos de este bloqueador del músculo.
El objetivo está claro, si consigo limitar la acción de la proteína que destruye el músculo podré ganar masa muscular rápida y fácilmente.
La suplementación, la nutrición y el ejercicio pueden reducir la emisión de miostatina y por lo tanto incrementar el desarrollo muscular.
En 1997, los científicos de la Johns Hopkins University de Baltimore crearon una raza de superratones cuyos músculos tenían el doble del tamaño normal.
Ese descubrimiento se aireó en los medios informativos hasta crear unas expectativas extraordinarias entre científicos y atletas; de repente, la investigación muscular se hizo popular.
El efecto lo causaba la destrucción de un gen que producía miostatina («bloqueador de los músculos»), una proteína que inhibe el desarrollo muscular.
Este gen limitador del músculo presenta una actividad menor en las personas con un promedio superior de masa muscular.
Como resultado, los científicos y las compañías de suplementos tratan ahora de descubrir maneras de inhibir la actividad de la miostatina.
Aunque las investigaciones sobre la miostatina acaban de empezar, las implicaciones del bloqueo de esta proteína son enormes, y van desde el tratamiento de la distrofia muscular hasta el uso por parte de atletas profesionales.
Sentimos que era el momento de ofreceros los hechos, y buscar una respuesta para saber si podemos inhibir con seguridad nuestra miostatina y conseguir así mayor desarrollo de nuestros músculos.
Una proteína muy perversa
Os guste o no, la proteína miostatina está en vuestros bíceps y en todos los demás músculos esqueléticos del cuerpo.
Trabaja duramente para ralentizar la velocidad del crecimiento de las células musculares intentando prevenir que los seres humanos se desarrollen demasiado.
Al bloquear la miostatina, los científicos esperan potenciar la masa muscular en pacientes que padecen cáncer, sida y otras enfermedades.
Como la proteína resulta específica para los músculos esqueléticos y no parece actuar sobre los músculos del corazón, los intestinos o las venas, los investigadores creen que al bloquearla conseguirán menores efectos secundarios que con las terapias de testosterona u hormona del crecimiento.
Los ratones a los que se había dispuesto genéticamente para que no tuvieran miostatina consiguieron mucho mayor tamaño muscular, aparentemente como resultado de la combinación de la hipertrofia (crecimiento de las células musculares) y la hiperplasia (incremento del número de células musculares).
Los ratones también tenían menos grasa, y la incrementaban en menor cantidad que los otros roedores aunque comiesen lo mismo.
Por eso algunos científicos suponen que los inhibidores de la miostatina podrán tratar la obesidad y la diabetes del tipo Z.
Bloqueando la miostatina con suplementos
La producción elevada de miostatina puede formar parte de la razón por la que algunos atletas tienen más problemas que otros a la hora de desarrollar sus músculos, o porque comienzan con menor tamaño muscular.
De ser así, un suplemento que inhiba la producción y actividad de la miostatina ejercerá probablemente efectos positivos sobre el desarrollo.
Y aunque los científicos buscan los inhibidores de miostatina para tratar distrofias musculares, Sida y la descomposición muscular observada en los ancianos, sus esfuerzos pueden resultar excelentes para los amantes del desarrollo muscular.
Métodos directos
Hace unos años, se comprobó por primera vez que unos anticuerpos específicos contra la miostatina potenciaban de verdad la masa muscular en los ratones. Los fabricantes de suplementos han unificado sus esfuerzos para reconocer los agentes naturales que bloquean la miostatina.
La glucosamina y una sustancia basada en unas especies de algas marinas llamadas Cystoseira canariensis parecen bloquear la miostatina.
Aunque la glucosamina no ha demostrado ejercer efectos sobre el desarrollo muscular, se están explorando los compuestos relacionados con ella.
Desgraciadamente, este área de investigación resulta tan nuevo que no hay estudios comercialmente disponibles respecto a los inhibidores activos de miostatina en seres humanos.
Si se consigue un fármaco o suplemento que viaje al corazón de las células musculares para bloquear la miostatina, puede que tenga efectos sobre el desarrollo muscular en los seres humanos.
Métodos indirectos
Aparte de destruir directamente el gen de la miostatina, los científicos de la Johns Hopkins University han creado «el ratón culturista» mediante un método indirecto.
Estos ratones producen en exceso los inhibidores de miostatina naturales, folistatina y miostatina propéptido.
Un suplemento que pudiera incrementar a la vez los niveles de estos inhibidores dejaría fuera de combate a la miostatina e incrementaría la masa muscular. En un futuro próximo veremos productos que consigan estos efectos.
Otro sistema es el de destruir uno de los receptores básicos de la miostatina en el músculo. Una sustancia que compita con la miostatina y bloquee el receptor podría eliminar la miostatina del músculo o privarla de su eficacia, potenciando así el desarrollo muscular.
Bloqueando la miostatina con el ejercicio.
La investigaci6n en seres humanos sugiere que las personas con problemas para aumentar de peso pueden evitarlos respecto a la miostatina al intensificar el entrenamiento; los estudios demuestran que el ejercicio inhibe la producción de miostatina.
Aparentemente, cuando los genes idóneos entran en acción con el ejercicio, las limitaciones genéticas se reducen bastante.
Por otra parte, la inactividad eleva los niveles de miostatina. Los hombres jóvenes que estaban en cama, así como las ratas sanas obligadas a soportar la falta de gravedad del espacio, mostraron una elevación de la miostatina.
El ejercicio resulta entonces una de las maneras más efectivas para bloquear la miostatina.
Las personas que posean una miostatina menos activa pueden empezar con más músculo, pero el individuo que tenga más miostatina y entrene dura e inteligentemente podrá derrotarles al inhibir la miostatina.
Sin embargo, el exceso de entrenamiento, puede incrementar la producción de miostatina. Entrenar demasiado, tanto en volumen como en intensidad o frecuencia puede conducir a un exceso de cortisol así como al sobreentrenamiento.
Los niveles excesivos de cortisol pueden conducir al exceso de miostatina, dicen los investigadores de la Charles R. Drew University of Medicine and Science en Los Angeles.
Intentar que nuestros entrenamientos no superen la hora ayuda a mantener unos niveles de cortisol razonables. Vigilad cualquier cambio de fuerza y de carácter, ya que son signos de sobreentrenamiento.
Este suele aparecer con más facilidad si practicamos otros deportes o tenemos un trabajo físico. Los signos comunes incluyen agujetas excesivas o prolongadas, fatiga, dificultad para dormir, estrés elevado, descenso del rendimiento, tendencia a enfermar y problemas para aumentar de peso muscular.
Bloqueando la miostatina con la dieta.
Comer poco o con escasa frecuencia es una de las causas más comunes de progreso lento en culturismo, y parte de la explicación puede implicar a la miostatina.
Como los niveles de cortisol se elevan al sentir hambre, alimentarse mal y tardar mucho en hacerlo puede detener nuestro progreso debido en parte a la elevación de la miostatina y también a los otros efectos catabólicos del cortisol.
Evitad este problema haciendo 5 ó 6 comidas pequeñas diarias suficientemente espaciadas.Como la emisión del cortisol aumenta durante los entrenamientos, probad a añadir una comida antes y después de vuestra sesión.
En conclusión
El futuro es incierto, pero las formas potenciales de reducir la producción de miostatina son (o serán) las siguientes:
Cystoseira canariensis | Tomar 1 a 2 gramos diarios en 2 a 4 dosis | Todavía no existen estudios publicados sobre esto. |
Ejercicio | Pesas: 3 a 6 veces por semana Aerobios: 3 a 6 veces por semana |
La investigación demuestra que el ejercicio reduce los niveles de miostatina.Entrenar demasiado una sola vez puede aumentar los niveles de cortisol, lo que incrementaría la miostatina. |
Dieta | Consumir 5 a 6 comidas diarias Antes del ejercicio: 40 g. de carbohidratos Después del ejercicio: 100 g. de carbohidratos |
El hambre aumenta el cortisol, que puede incrementar la miostatina.Consumir carbohidratos antes y después de entrenar se asocia con niveles inferiores de cortisol y quizás de miostatina. |