Culturismo: Más que músculo

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No hay duda que la razón por la que os apuntasteis al gimnasio fue para conseguir una cantidad de músculo que asuste con sólo verla, que luego esperáis recortar como su fuese granito tallado. Os detenéis a miraros en el espejo y estáis bastante orgullosos de lo que veis. No porque seáis engreídos, sino porque con el tiempo habéis logrado mucho en el gimnasio y estáis mucho más cerca de vuestro físico ideal que cuando comenzasteis.

Sin embargo, hay algo acerca de lo que nunca os habéis detenido a pensar. Durante todo ese tiempo empleado en el gimnasio estabais logrando mucho más que construir músculo y son cosas que no sólo os ayudarán a convertiros en mejores culturistas, sino que os ayudarán a ser mejores en muchos otros sentidos.

Una cosa fantástica de acudir a machacaros diariamente al gimnasio es que con independencia de cómo vaya vuestra vida, estáis consiguiendo algo cada día. Puede que el trabajo no vaya bien, vuestras relaciones podrían ir mejor o vuestras finanzas estén por detrás de cómo quisierais que fuesen. Pero, cuando estáis en el gimnasio estáis entrenando duro y avanzando un poco cada día. Hoy, podéis mover un poco más de peso que ayer. Y ayer podíais levantar un poco más que anteayer. Estáis constantemente consiguiendo algo y nada puede sustituir lo que eso puede hacer por vuestra salud psicológica.

No infravaloréis el efecto que puede tener en vosotros el hecho de alcanzar algo diariamente. Cuando os enfrentéis a cualquier desafío de la vida, empezaréis a pensar cómo un día no hace mucho cuando comenzasteis a entrenaros apenas podíais levantar 80 kilos en el press de banca. Ahora, después de establecer un plan y ser disciplinados en el gimnasio podéis levantar 160 kilos. Así que no importa cuáles sean los desafíos a los que os enfrentéis, sabéis que si diseñáis un plan, tenéis lo que hay que tener para seguir ese plan y alcanzar los resultados que estáis esperando. Sabéis que unir una cadena de pequeños logros diarios, puede suponer conseguir un premio mucho más grande.

Establecer un plan de trabajo

Configurar un plan y seguirlo a rajatabla os ayudó a conseguir vuestros objetivos. Esa es una de las más grandes lecciones de la vida, porque os permitirá conseguir cualquier cosa que os propongáis. Pensadlo, cuando por vez primera entrasteis en el gimnasio, no erais capaces de rendir como ahora. Tuvisteis que establecer un objetivo y luego alcanzarlo. Una vez que conseguisteis ese objetivo, establecisteis uno nuevo y lo alcanzasteis también. Ahora habéis logrado un cierto nivel y tenéis nuevos retos para los que habéis diseñado un plan para cumplirlos. Si podéis hacer eso en el gimnasio, podéis aplicar la misma conducta en cualquier área de la vida y tendréis la seguridad de seguir adelante.

Puede que pensarais que el nivel de una cierta carrera era inalcanzable, sin embargo, haced simplemente lo que hicisteis en el gimnasio, cuando diseñasteis un plan para llegar dónde estáis ahora. Necesitáis establecer pequeños objetivos que una vez alcanzados se sumarán para al final llegar al grande.

Tener paciencia

Habéis aprendido a tener paciencia y que las cosas no siempre pueden conseguirse en una semana o en un mes. Si sois competidores, pensad en el tiempo que os llevó llegar a dónde estáis actualmente. Aunque puede que haya costado un tiempo, el resultado valió el tiempo y el esfuerzo. De la misma forma vale la pena cualquier logro en la vida, puede llevar un cierto tiempo, pero si ponéis el esfuerzo y seguís con vuestro plan, un día alcanzaréis vuestro objetivo y ese día habrá valido la pena todo lo necesario para llegar ahí. Y esa lección la habréis aprendido en el gimnasio.

Confianza y autoestima

Al tiempo que el culturismo os enseña que podéis alcanzar vuestros objetivos, eso también aumenta vuestra confianza y autoestima. Cuando empezáis a ver que vuestro esfuerzo y trabajo duro están dando resultados, tenéis la fortaleza para seguir a través de esos días difíciles para continuar en pos de alcanzar el físico que siempre habéis querido; empezáis a daros cuenta que sois más capaces de lo que en un primer momento creíais.

Por ejemplo, probablemente hubo un punto en el tiempo en el que pensasteis que el peso que ahora utilizáis era mucho más de lo nunca podríais levantar. Bueno, ahora sabéis que eso no era así. El culturismo os ha enseñado que podéis alcanzar niveles que pensabais que estaban más allá de vuestras capacidades. Miráis atrás y veis como perseverasteis en el gimnasio incluso en los días en que estabais cansados, enfermos, abrumados por la vida o distraídos por las innumerables cosas que os preocupaban. Pero seguisteis y gracias a ello, hoy creéis en vosotros mismos y vuestra capacidad para alcanzar lo que sea. Si pudisteis trabajar duro para sumar 50 kilos a vuestro press de banca, podréis trabajar igual de duro para ascender en el trabajo. Podréis hacerlo cuando queráis, especialmente ahora que confiáis en vuestras capacidades y tenéis la confianza y autoestima de un triunfador.

Los cambios que habéis logrado en vuestro físico no se produjeron de la noche a la mañana. Tuvisteis que seguir con vuestro plan y trabajar con diligencia cada día durante un largo periodo de tiempo. Habéis aprendido a tener paciencia cuando perseguís un objetivo. La paciencia es una virtud y una característica muy útil. Si tenéis paciencia y miráis a las cosas de forma realista, tendréis más probabilidades de éxito, porque la gente impaciente normalmente abandona las cosas si éstas no se consiguen inmediatamente. Preguntad a cualquiera que haya alcanzado un objetivo de alto nivel y os dirá lo importante que fue para él ser paciente mientras iba consiguiendo los pequeños logros que sirvieron para pavimentar el camino hacia el más importante. El camino que recorrieron fue largo, pero siempre fueron hacia delante y permanecieron concentrados.

Los culturistas profesionales no se despertaron un día y tenían el aspecto que tienen. Les llevó años de entrenarse como animales cada día. Imaginad si Jay Cutler hubiese abandonado el culturismo después de su primer o segundo año porque estaba perdiendo la paciencia al no lograr el éxito instantáneo, o hubiese dejado de seguir intentando ganar el Mr Olympia porque fue segundo un par de años seguidos. Entonces nunca se hubiese convertido en uno de culturistas más grandes de todos los tiempos. Se mantuvo firme con su plan y se armó de paciencia a través del proceso y ahora ha cumplido su sueño gracias a su paciencia.

La motivación: el motor que mueve al mundo

Establecer objetivos, cumplirlos, confianza, autoestima y paciencia son todos grandes efectos secundarios del culturismo, pero aprender a motivarse y a ser autodependientes pueden ser incluso mejores a largo plazo. Conforme avanzáis en la vida, es fantástico contar con el apoyo de la familia y los amigos, pero puede haber muchos episodios en los que sólo podáis contar con el hombre del espejo, o sea vosotros mismos, para llegar al final del día. Cuando construís vuestro físico, estáis decidiendo vosotros ir al gimnasio cada día por vuestra cuenta, cuando os sometéis a esas sesiones brutales lo hacéis porque así lo habéis decidido y cuando hacéis sacrificios con la dieta y elimináis ciertos alimentos, también es vuestra decisión personal. Todas esas cosas son decisiones que tomáis y requieren de vuestro esfuerzo. Nadie os obliga a pasar por los rigores de las exigencias propias del culturismo. Aunque tengáis un compañero de entrenamiento, la elección de acudir al gimnasio cada día y castigaros con los hierros es vuestra. No hay ninguna ley en contra de quedarse fuera del gimnasio, no es un requerimiento para trabajar y vuestros amigos y familia no os abandonarán porque no entrenéis. Si os habéis sometido a cada entrenamiento es porque así lo habéis querido.

No importa lo que pase en vuestra vida, siempre estáis seguros que acudiréis al gimnasio y no os perderéis ni una sesión ni esa importante comida. No necesitáis que nadie os empuje a ello, os empujáis vosotros mismos. Estar motivados es crítico para andar por la vida. Tenéis que hacer cosas con decisión, incluso cuando tengáis que realizar algunas que en realidad no deseáis hacer. Si queréis llegar a ser un culturista de alto nivel, vais a tener que someter a vuestro cuerpo a sesiones de entrenamiento que van a poner a prueba vuestro amor propio y os harán querer abandonar. Sin embargo, habéis llegado dónde estáis hoy gracias a vuestra propia motivación y el culturismo os ha dotado de esa habilidad de motivaros para continuar adelante y conseguir cualquier reto que se os ponga por delante.

Energía y fuerza de voluntad

Enfrentarse a todos esos desafíos no es fácil. Se necesita mucha energía y fuerza de voluntad. Ambas cosas son el resultado del culturismo. Levantar todos esos pesos os hacen más fuertes y mejor acondicionados y cuando lo sumáis a una alimentación alta proteína y carbohidratos, os habréis convertido en máquinas llenas de energía para abordar lo que sea. Tendréis más resistencia, no padecéis sobrepeso que os haga ralentizar y generalmente os sentís cada día mejor. Tener ese sentimiento de energía desbordante y de salud también desempeña un papel principal en la actitud mental. Si tenéis un aspecto increíble y os sentís saludables tendréis menos estrés psicológico, lo que también mejorará vuestros niveles de energía y esa energía no es sólo necesaria para el gimnasio, también lo es para esos largos días de trabajo y en situaciones difíciles por las que tendréis que pasar. El culturismo proporciona esa energía y ese sentido de bienestar.

Ahora que tenéis toda esa energía extra podréis utilizarla para proporcionaros más fuerza de voluntad. Pensad en esos entrenamientos cuando realizáis cosas como superseries y series descendentes o atacar esas pesadas series de sentadillas o de peso muerto que llevan los músculos al límite. El dolor es prácticamente insoportable, pero sabéis lo que queréis conseguir, así que escarbasteis profundamente y encontrasteis la energía para seguir adelante. Si sois capaces de encontrar el vigor para llevar vuestro cuerpo a través de esas brutales sesiones, tendréis la energía y la fuerza de voluntad para afrontar cualquier situación difícil que podáis encontrar fuera del gimnasio.

Cuando estéis en medio de una situación exigente de la vida, sólo tendréis que recordar esas sesiones tremendas que os obligaron a echar mano de la última reserva de energía para llegar hasta el final.

Así que la próxima vez que estéis admirando el físico que habéis desarrollado, tomaos el tiempo de recordar todas esas otras cosas que también habéis desarrollado mientras os ejercitabais en el gimnasio.

De la misma forma, todo lo necesario para convertiros en un culturista de éxito también refuerza vuestra autoestima, la capacidad para conseguir objetivos, la automotivación y vuestra resistencia para permitiros llegar más allá en los desafíos de la vida.

El culturismo es mucho más que construir músculo, puede haceros mucho más fuertes en todos los sentidos.

Texto original de Xavier Fox

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