En realidad somos lo que comemos, y en este caso no os estoy hablando de una programación nutricional enfocada a la competición, si no de una dieta fácil de llevar y que os proporcionará buenos resultados, seas hombre o mujer.
Simplemente quiero referirme al hecho de realizar un plan de cinco comidas diarias, en las que no falten todos los nutrientes necesarios, y además tener cuidado de que tampoco sobren, máxime si vuestra intención es controlar o reducir el peso corporal.
Ejemplo de dieta Fitness sencilla y eficaz
Un ejemplo de dieta tipo que proporciona buenos resultados podría ser algo tan sencillo como:
Desayuno: Cereales con zumo de fruta natural, y una tortilla de claras con una sola yema.
Media mañana: Un sándwich de pan integral con fiambre de pavo, y un yogur o una pieza de fruta.
Comida: Arroz, pasta o patatas, con carne magra de ternera a la plancha y verduras al vapor.
Media tarde: Un sándwich de pan integral con atún al natural, y un yogur o una pieza de fruta.
Cena: Pescado blanco hervido o a la plancha, y ensalada verde aliñada.
Como veis se trata de un menú muy sencillo y fácil de preparar. Este tipo de dieta combinado con un buen programa de ejercicios te pondrá en el buen camino para cambiar y mejorar tu físico.
Una forma simple de orientar esta dieta hacia la pérdida de grasa o la ganancia de músculo es disminuyendo o aumentando respectivamente las raciones de carbohidratos de cada comida.
Y no olvidéis la necesidad de beber al menos tres litros de agua al día para optimizar todos los procesos biológicos del organismo.
La dieta Fitness debe ser equilibrada
Uno de los grandes errores que cometen muchos cuando abordan una dieta de definición es reducir en exceso las calorías y otro es el de eliminar demasiados alimentos y por tanto nutrirse durante esa temporada de sólo unos pocos, lo cual no es saludable, ni agradable, pero tampoco muy útil para sus objetivos de definición.
Debéis preocuparos de que en el menú no falten los hidratos de carbono que aportan almidón, así como los que proporcionan fibra, las proteínas, las grasas insaturadas y el agua. Ninguno de estos cinco grupos de alimentos debe faltar en vuestra alimentación ni siquiera durante la fase de definición, porque son absolutamente esenciales para que el cuerpo funcione correctamente.
Otra cosa es que debéis aprender a dosificar su administración y hacerlo en los momentos oportunos para disponer de energía y minimizar las posibilidades de acumulación de grasa.
Por ejemplo, algunos creen que a la hora de definir hay que eliminar por completo los alimentos que aportan hidratos de carbono como la fruta, los granos, las patatas o los cereales, pero se equivocan.
La clave está en la moderación y sobre todo en controlar el número total de calorías consumidas, porque a fin de cuentas a la hora de ganar o de perder adiposidad eso depende directamente de si creamos un déficit o un superávit de calorías. Por tanto, siempre y cuando sepáis mantener razonable la ingestión total de calorías, podréis comer de todos los grupos de alimentos mientras os sentís fantásticamente y lográis un físico de infarto.
Recordad que cada vez que elimináis alimentos, os pondréis en riesgo de sufrir deficiencias a largo plazo y eso es algo que tenéis que evitar a toda costa.
Cuando hayáis tomado la decisión de seguir un tipo u otro de enfoque, seguidlo durante el suficiente tiempo y no cambiéis constantemente probando uno y otro, porque el cuerpo debe tener tiempo de adaptarse a los cambios a que lo sometéis.
La dieta pobre en hidratos de carbono siempre ofrece buenos resultados para acelerar la definición, pero evitad seguir una en la que reduzcáis el consumo de este nutriente a cero, porque simplemente no sólo no es necesario llegar a tal extremo, sino que si lo hacéis además de resultar negativo para la definición, perderéis masa muscular y además no es saludable.
La dieta Fitness debe incluir suficiente proteína
No cometáis el error de infravalorar la presencia de la proteína en la dieta de definición, porque si ésta escasea tendréis mucha dificultad para mantener la masa muscular que hayáis sido capaces de construir con tanto sacrificio en el gimnasio. Sin la óptima cantidad de proteína puede que perdáis tanto músculo como grasa en cuanto reduzcáis la ingestión de calorías y de hidratos de carbono, y además vuestro sistema inmune también se resentirá.
La proteína es absolutamente esencial para la vida, así que cada vez que la consumís por debajo de las necesidades básicas os arriesgáis a sufrir un buen número de problemas. Procurad ingerir al menos dos gramos por cada kilo de peso corporal y día, o incluso algo más, para de esa forma aseguraos de tener cubiertas todas las necesidades.
Las mejores fuentes de proteína durante una dieta de definición son las pechugas de pollo y de pavo, las claras de huevo, el pescado, la carne roja muy magra y la proteína en polvo.