Cuando nos referimos a un dolor de cuello enseguida nos viene a la mente la imagen de mover los hombros hacia atrás o de dejar caer la cabeza para los costados como buscando un alivio, pero lo primero que deberíamos saber es cuál es la razón de ese dolor.
Pero para esto tenemos que conocer básicamente la estructura del cuello y cómo funciona.
Causas del dolor de cuello
Las principales causas son de origen muscular y oseo. Los músculos se pueden contracturar por diversos motivos (por ejemplo un problema emocional).
Cuando esta contractura se prolonga en el tiempo da lugar a retracciones, o sea acortamientos de los músculos y estos a su vez hacen fuerza sobre los huesos y las superficies articulares vertebrales cambian de posición y dejan de encajar correctamente como un puzzle con las piezas mal colocadas.
En realidad los problemas que devienen del dolor de cuello en principio no deberían pasar de los mareos, a causa de una posible falta de irrigación al cerebro (llega poca sangre).
Otros posibles efectos, siempre poco gratos y bastante incómodos, serían zumbidos en los oídos, nauseas, inestabilidad, adormecimiento en las manos y hasta perdidas del conocimiento momentaneo, entre otras cosas.
Como combatir el dolor de cuello
• Si la causa es una contractura, el masaje y el ejercicio suave son de gran ayuda.
• Si el médico determina que hay acortamientos musculares, los ejercicios de flexibilidad (elongación) y movilidad son el pilar del tratamiento.
• Si a cualquiera de las causas anteriores le sumamos artrosis o problemas en los discos, debemos complementar lo anterior con ejercicios de fuerza de nuestro cuello (preguntar a un entrenador personal especializado).
Cómo puedo prevenir el dolor de cuello
Recordando que cualquier acción debe ser supervisada por un profesional idóneo, estos son unos pequeños consejos que os pueden ayudar.
• Hacer diariamente ejercicios de movilidad de cuello.
• Fortalecer en forma progresiva todos los musculos del cuello.
• Elongar la musculatura de la zona.
• Recibir regularmente masajes en los puntos de tensión.
Proteger el cuello al hacer abdominales
Es relativamente habitual encontrar deportistas que se quejan de dolor de cuello a raíz de hacer abdominales.
Evidentemente ello se debe a que nuestra técnica no es la adecuada, y al ser una parte relativamente débil, al hacer ejercicios abdominales (normalmente encogimientos o similares) muchas veces podemos padecer problemas por realizar fuerza con el cuello y no tanto con el abdomen.
Para evitarlo, a ser posible con la ayuda de un entrenador o monitor, debemos ser capaces de dominar la técnica para sujetar el cuello y no hacer fuerza con este en pleno ejercicio.