El Complejo de Adonis, un problema de nuestro tiempo

Complejo de Adonis

Cada día más hombres se obsesionan con conseguir un cuerpo de Adonis, arriesgando sus vidas en el intento.

Con la enorme presión ejercida por los medios de comunicación para tener un aspecto envidiable, es difícil que alguien pueda afirmar que no le preocupa su estado físico.

Especialmente, por la cantidad de mujeres bellas, delgadas y atractivas que inundan las pasarelas, las portadas de las revistas, los programas de televisión o los video-clips. ¿En qué posición nos deja esto?

Pensemos también en los hombres de iguales características que salen en los anuncios, en las películas o en las revistas. Todo es gente guapa.

Una de las ideas preconcebidas más erróneas de hoy en día es la de que los hombres no se preocupan tanto por su aspecto físico como las mujeres, y que no sufren trastornos alimenticios como la anorexia nerviosa o la bulimia.

No obstante, las cifras son claras: de toda la población que padece trastornos de este tipo,
más de un 10% son hombres. ¿Sorprendido? Sigue leyendo.

Las estadísticas demuestran que los hombres que ansían la perfección física recurren a sustancias no-naturales, hábitos alimenticios nocivos e incluso a la cirugía plástica para procedimientos como liftings faciales, implantes de cabello, liposucciones y alargamiento del pene .

¿El mundo se ha vuelto muy «macho»?

Cada vez más hombres buscan la perfección de la musculatura, de la piel y del pelo, y llevan su interés demasiado lejos, convirtiéndolo en obsesión.

Los medios de comunicación nos bombardean con imágenes de cuerpos aberrantemente
perfectos y muchos harían lo que fuese para conseguirlos. Pero claro, ¿qué hombre admitiría que sufre un trastorno alimenticio?

Según los expertos, a pesar de que cada vez más hombres padecen anorexia o bulimia, la mayoría no obtiene un diagnóstico oficial porque es un problema poco conocido y carente de medios para resolverlo.

La experiencia de un hombre

Este es el caso exacto de José S. , que sufrió los efectos de la bulimia durante quince años hasta que recibió la ayuda adecuada. Pasó por muchos centros médicos, tuvo problemas con el alcoholismo, se auto lesionaba e intentó suicidarse dos veces.

«Mi peso era el normal, como en muchos otros pacientes bulímicos, con lo que no mostraba signos evidentes de mi enfermedad, como podría ser la pérdida exagerada de peso», nos cuenta José, que tiene 36 años y trabaja actualmente como programador informático. «Nadie sospechó que tuviera problemas, ni mi familia ni los médicos».

1. Anorexia nerviosa: Obsesión por el aspecto físico

  • Falta de alimentación deliberada con pérdida de peso
  • Miedo persistente e intenso a ganar peso
  • Rechazo a comer, exceptuando raciones muy reducidas
  • Dieta continuada
  • Pérdida de peso desmesurada
  • Sensibilidad excesiva al frío
  • Pérdida de las funciones sexuales
  • Caída de los niveles de testosterona
  • Pérdida de cabello

2. Bulimia nerviosa

  • Obsesión por el aspecto físico
  • Preocupación por la comida
  • Se come compulsivamente
  • Se vomita después de comer
  • Abuso de laxantes, diuréticos o pastillas adelgazantes
  • Negación del apetito o ingestión de sustancias que provoquen el vómito
  • Ejercicio físico compulsivo (entrenamiento de peso o cardiovascular)
  • Inflamación de las glándulas sal ivares
  • Pérdida de las funciones sexuales
  • Caída de los niveles de testosterona

El mismo trastorno, alguna diferencia

La mayoría de los médicos no hacen las mismas preguntas a un hombre y a una mujer para determinar si padecen algún trastorno alimenticio.

Irónicamente, los síntomas en hombres y en mujeres son prácticamente idénticos. Ambos géneros tienen el mismo tipo de pensamiento obsesivo y los mismos métodos compulsivos para cambiar su cuerpo.

Hacen dietas demasiado estrictas, entrenan en exceso e incluso utilizan laxantes o purgantes. La única diferencia real entre sexos es el origen de los trastornos.

En las mujeres, normalmente empiezan con la obsesión de adelgazar, mientras que en los hombres, suelen darse por un fuerte deseo de estar cachas y musculosos.

Por otro lado, en el caso de los hombres, los trastornos alimenticios a menudo radican en su participación en deportes que exigen pérdida de peso, o de la frustración provocada por una lesión que los ha apartado del deporte.

¿Cuáles son las causas?

A menudo, los trastornos alimenticios se desarrollan en personas con una autoestima baja y con problemas personales, muchas veces con la familia.

Según Vivían Hanson Meehan, presidenta de la National Association of Anorexia Nervosa and Associate Disorders (Asociación nacional de la Anorexia Nerviosa y Trastornos Asociados, en EE.UU.), estas personas utilizan los trastornos como medio de controlar o «nivelar» sus emociones.

«Nunca están contentos con ellos mismos, y utilizan estos comportamientos para adecuar sus malos sentimientos a un nivel tolerable para ellos. Esencialmente, tratan de controlar su autoestima por medio de un trastorno alimenticio.»

Recurren a su capacidad de controlar o cambiar su aspecto físico para sentirse mejor. El problema, obviamente, es que ésta es una manera muy perjudicial de sentirse mejor, y que tiende a prolongarse para toda la vida.

Obstáculos al tratamiento

Dado que los trastornos alimenticios aún se consideran inherentes al sexo femenino, los hombres tienen más problemas a la hora de encontrar un tratamiento adecuado, especialmente en terapias de grupo, en las que la mayoría de participantes son mujeres.

Pero, aunque suene a tópico, el primer paso es reconocer el problema. El segundo, buscar la ayuda de un profesional que pueda proporcionar al paciente la terapia o el programa de tratamiento adecuados.

José necesitó mucha fuerza de voluntad, una buena relación con su psiquiatra y medicación antidepresiva en su batalla contra la bulimia. De hecho, en todo un año ha hecho grandes logros y apenas ha sufrido recaídas.

«Mi enfermedad llegó a un punto en el que comprendí que podía morir, y eso me motivó para querer acabar con ella de una vez por todas», confiesa . «Ahora he vuelto a la normalidad. Vivo la vida enfrentándome a mi trastorno».

En resumen

Existe una fuerte tendencia en los medios a inculcar al público el deseo del cuerpo ideal. Al igual que las mujeres, los hombres son mostrados como objetos de deseo en las revistas, en las películas y en los anuncios.

Miles de hombres sufren trastornos alimenticios, y, según el libro The Adonis Complex, The Secret crisis of Male Body Obsession (El complejo de Adonis, la crisis secreta de la obsesión masculina por el cuerpo), los hombres se gastan millones en complementos alimenticios y en ayudas para dietas, y entrenan en exceso para perfeccionar su físico.

No dejes que te pase lo mismo. Busca ayuda antes de que sea demasiado tarde.

Y recuerda: la mejor manera de conseguir un buen cuerpo es mantener una dieta adecuada, entrenar duro y no obsesionarse con el aspecto de otros. Debes ser tú mismo.

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