Mitos en el entrenamiento del cuádriceps

Mitos del entrenamiento de cuádriceps

El entrenamiento de los cuádriceps no es el más popular en la mayoría de gimnasios pero cuando alguien los tiene esculpidos y bien desarrollados llama la atención.

Pero el hacer sentadillas regularmente no te convierte necesariamente en un erudito en el entrenamiento de piernas.

Vamos a ver en este artículo tres de los mitos más comunes del entrenamiento del cuádriceps.

Aislar «zonas» del cuádriceps

El mayor mito en el entreno de cuádriceps es el de pensar que se pueden hacer ejercicios para trabajar aisladamente cada cabeza muscular.

Esto es prácticamente imposible, ya que la inserción de los cuatro vientres (vasto externo, vasto interno, crural o vasto intermedio y recto femoral) es común y el único con una inserción en la cadera, el recto anterior, es el que permite un trabajo biarticular que lo puede aislar en cierto modo, pero no para desarrollarlo independientemente.

Anatomía del cuádriceps

Las teorías sobre rotar piernas hacia adentrohacia fuera para trabajar los vastos interno o externo son hiperexageradas, ya que el aislamiento es mínimo y casi imposible desde un punto de vista anatómico. Si esto existiera veríamos que todos los culturistas tienen perfectas curvas externas y asombrosos lagrimales cuando la realidad nos muestra que algunos de ellos tienen realmente piernas deficientemente desarrolladas para su tamaño muscular.

Usar el cinturón de levantamiento

El otro mito es la confianza ciega en el uso de cinturones de levantamiento para las sentadillas. A menudo vemos a principiantes con una escasísima base muscular que son convencidos para levantar pesos brutales para su capacidad, con la excusa que el cinturón protegerá su poco
entrenada cintura.

Que el cinturón es una ayuda complementaria para la estabilidad de la cintura es innegable, pero esto no quiere decir que evite las sobrecargas lumbares o la compresión de los discos intervertebrales.

Por lo tanto, si no hay una buena base muscular ni una buena elasticidad, esa columna está corriendo peligro , aparte que la inexperiencia de estos practicantes hace que coloque en mala posición el cinturón o poco apretado.

En definitiva, hay que saber esperar y entrenar para conseguir una buena base antes que lanzarse con ejercicios peligrosos con peso excesivo.

La sentadilla parcial

Finalmente el último mito es el de la «sentadilla parcial». Producto de la vanidad por levantar peso, este principio que surgió para aquellos atletas que por sobrecargas o dolores lumbares limitaban el recorrido, se convirtió en un dogma para aquellos que querían levantar pesos a toda costa.

La consecuencia fue que al añadir más peso pusieron realmente en riesgo su columna lumbar. El otro razonamiento, que es proteger las rodillas igualmente, cae por su propio peso ya que el exceso de peso hace temblar las piernas haciéndoles perder toda estabilidad.

No obstante, la «sentadilla parcial» puede utilizarse como método para acostumbrar al sistema nervioso a cargar más peso pero siempre con el objetivo de mejorar nuestra sentadilla completa y media sentadilla, tal y como vemos en el artículo «Domina las sentadilla y gana músculo«.

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