Uno de los primero ejercicios que habréis hecho será probablemente la flexión de brazos con barra. Este movimiento también llamado curl con barra debe ser uno de los básicos de vuestra rutina de bíceps.
Gracias a las mentes modernizadas de los culturistas, existe una nueva forma de practicar este viejo favorito.
La flexión de brazos compartida introduce dos elementos clave de crecimiento muscular en vuestro régimen de trabajo:
– Primero, atrae un sentimiento de competencia entre tú y tu compañero.
– Segundo, esa clase de flexiones de brazos llevan hasta el máximo el Principio Weider de Sobrecarga Progresiva. Se trata de una especie de serie gigante de flexiones de brazos donde el aporte continuo de repeticiones agotadoras obligará a vuestros brazos a crecer.
Este ejercicio, que a mi compañero de entrenamiento y a mi nos gusta llamar «Un tuya, mía», es muy útil para días en los que tienes poco tiempo para entrenar el bíceps o vienes un poco bajo de energía, ya que es motivante intentar superar a vuestro compañero.
La flexión de brazos compartida; un duelo
Aunque este ejercicio es igual que el clásico de flexión de brazos, la diferencia está en la forma de realizarlo. Debemos hacerlo así:
- Utilizad un peso mediano y haced un número determinado de repeticiones con estilo estricto.
- Una vez que hayáis terminado, pasad inmediatamente el peso a vuestro compañero, y él hará las mismas repeticiones que tú .
- Cuando haya terminado, vuelve a ser tu turno. Tu período de descanso equivale al tiempo que tarda tu compañero en completar sus repeticiones.
- Algunos culturistas escogen empezar con una repetición y aumentarlas en cada cambio sucesivo. Por ejemplo. Tú haces una repetición, tu compañero otra (una serie); haces dos repeticiones, él también dos (dos series); y así sucesivamente hasta llegar al número previsto de series. Otros prefieren empezar con el máximo de repeticiones posible e ir reduciéndolas, comenzando con una serie de 10 repeticiones. En cualquier caso se trata de una serie gigante verdaderamente complicada.
- Si pensamos en hacer 10 series, estaremos hablando de 55 repeticiones. Quizás os parezca que haya que utilizar un peso muy ligero y que éste no permita solicitar el apoyo del número adecuado de fibras musculares. Pero como esta clase de flexiones de brazos poseen unos breves períodos de recuperación, podréis utilizar más kilos que al hacer una serie continua, y como disponéis de un compañero, tendréis a vuestro alcance el sistema de repeticiones forzadas. La cuestión aquí es quién abandonará primero.
Pasos para hacerlo bien
1) Comenzad con un peso mediano.
Erguidos, agarrando una barra recta o Z con las manos separadas a la anchura de los hombros. Mantened el pecho alzado y los hombros hacia atrás. Doblad ligeramente las rodillas. Vuestro compañero estará enfrente esperando recibir el peso.
2) Haced una flexión de brazo con barra normal.
Para impedir una excesiva implicación de los deltoides, mantened los codos ligeramente hacia atrás y doblad únicamente los codos. Apretad los bíceps a tope en la posición final.
3) Bajad lentamente el peso al punto de partida.
En este ejercicio determinado, puede que hagáis la negativa más rápido, pero debéis intentar concentraros en todo el intervalo de recorrido.
4) Una vez que hayáis terminado la serie, pasad la barra al compañero.
Vigiladle mientras hace el ejercicio. Una vez que lo complete, es vuestro turno. Repetid las veces necesarias.
5) Recordad probar las versiones ascendente y descendente.