Seguramente sois personas que practicáis ejercicio físico para tener una mejor salud. Además como efecto secundario, también podéis mejorar vuestra estética corporal, aunque esto último debería ser algo secundario.
No obstante, con frecuencia puede que atraveséis épocas en que os falta energía, vigor y los resultados de los esfuerzos en el gimnasio dejan que desear.
Puede que necesitéis algo tan sencillo como una desintoxicación que revitalice vuestro organismo y para regenerar el organismo no hay nada mejor que las frutas y vegetales.
La evolución positiva que ha experimentado la tecnología y la ciencia en general, parece haber seguido un camino contrario en cuanto a la alimentación, puesto que la mayoría de procesos industriales y tecnológicos aplicados a la producción y conservación de los alimentos los ha desposeído de sus nutrientes, o alterado de tal modo que el cuerpo no puede absorberlos, o lo que es peor, se vuelven indigestos y nocivos para la salud.
Motivos para desintoxicarse
Cada uno de nosotros estamos en constante lucha contra billones de criaturas invisibles al ojo humano, como virus, bacterias, hongos y parásitos, que se hayan alrededor nuestro, en nosotros y dentro de nosotros, amenazando nuestra calidad de vida, nuestra salud y hasta nuestra longevidad.
Añadamos a eso la polución cada vez mayor de las ciudades y los ambientes en que vivimos y trabajamos, pero muy especialmente los alimentos con que nos nutrimos.
La cantidad de productos químicos y contaminantes que llegan a nuestro interior por medio de la alimentación aumenta y eso satura los sistemas de limpieza con que cuenta nuestro organismo. Cuando eso ocurre somos presa fácil de las enfermedades.
La realidad es que esas diminutas criaturas que nos acompañan lo han hecho siempre y no constituyen normalmente ningún problema. Éste sólo sobreviene cuando el cuerpo se encuentra saturado y sus defensas están debilitadas, debido principalmente a la intoxicación con sustancias indeseables.
Muchos científicos y sobre todo naturistas aseguran que ese es el origen de numerosas enfermedades degenerativas, como el cáncer, la artritis, las cardiacas, etcétera.
Puede que penséis que por entrenar con asiduidad ya estéis protegidos contra todo mal, pero os equivocáis. Es cierto que la actividad física es beneficiosa. pero recordad que cuando es muy intensa ésta puede afectar negativamente al sistema inmune.
Existen docenas de estudios que confirman que los atletas sometidos a fases de entrenamiento de alta intensidad, corredores de largas distancias, o durante preparaciones previas a competiciones, etcétera, experimentan un descenso en la actividad inmune y una mayor proliferación de episodios infecciosos.
En el caso de los culturistas, las grandes cantidades de alimentos que ingieren y los fármacos que algunos usan, también someten al organismo a una tensión excesiva que incide en un deficiente funcionamiento del sistema depurativo y defensivo.
Ante esas situaciones se recomienda una ‘cura‘ de limpieza metabólica, o de desintoxicación celular.
Síntomas que indican esa necesidad
No penséis que para necesitar esa limpieza orgánica tenéis que caer enfermos, sufrir erupciones o sarpullido, vomitar o experimentar envenenamiento alimentario.
No, los síntomas pueden pasar casi desapercibidos, pero son fáciles de detectar e incluyen uno o varios de los siguientes:
- Fatiga crónica
- Alergias
- Sinusitis crónica
- Catarros y gripes frecuentes
- Infecciones del tracto urinario
- Dolores articulares y artritis
- Esguinces y desgarros musculares frecuentes
- Flatulencia y exceso de gas
- Estreñimiento
- Problemas de piel, como eczemas, dermatitis, acné, etc.
- Indigestiones y pesadez de estómago
- Asma
- Dolor de cabeza, insomnio y debilidad general
Lo cierto que es que la acumulación de toxinas y deshechos en el organismo puede manifestarse de múltiples maneras.
No obstante, entre los vegetarianos y naturistas los métodos de desintoxicación, como el ayuno, se aplican de forma periódica como medida preventiva y como arma para aumentar la salud global y la vitalidad.
Sin embargo, es más útil menos drástico darse un día ligero a la semana, tal vez uno en que no se acuda al gimnasio, en el que se reduce la alimentación convencional, cargada de proteínas animales, féculas y grasas, y se centra más en una dieta blanda basada en frutas, verduras, caldos y zumos, para favorecer la regeneración celular y de los órganos digestivos implicados en la limpieza y depuración.
Los mejores depurativos naturales
Es cierto que pasar un día en ayunas permite que el cuerpo destine todos sus recursos a la auto limpieza, se libere de deshechos y los órganos digestivos se tomen un respiro de la actividad cotidiana, con frecuencia pesada en exceso.
Pero existen medios para que el cuerpo se limpie y regenere sin tener que llegar al extremo de la abstinencia total de sustancias nutricionales, por otro lado tan necesarias para los que se entrenan con objeto de desarrollar músculo.
Si hacéis uso de las frutas, verduras y plantas podréis perfectamente llevar a cabo una depuración natural y a fondo de los sistemas corporales, al tiempo que reforzáis vuestro sistema inmune y dais un empujón considerable a vuestra capacidad de crecimiento.
Puesto que más vale prevenir que curar, mi recomendación es que incluyáis ciertas frutas y verduras de forma asidua en vuestra dieta, no sólo porque con ellas aumentaréis el aporte de fibra, vitaminas, minerales y otras sustancias muy valiosas en la alimentación humana, sino para favorecer los procesos de limpieza y regeneración cotidianos y evitar llegar a situaciones de intoxicación celular acumulada que obligue a tener que realizar una limpieza a fondo.
Alimentos y plantas más depurativos
La cebolla: Usada desde milenios en la cocina y medicina popular, la cebolla se emplea para tratar trastornos tan diversos como el catarro, la gota y las infecciones, hasta la protección de ciertos tipos de cáncer.
Limpia la sangre, fortalece el estómago y protege contra enfermedades cardiacas al evitar los coágulos sanguíneos, previene las inflamaciones causadas por diversas alergias y el asma, reduce el colesterol y la presión arterial.
El limón: Las propiedades del limón son tantas que es imposible recogerlas aquí. Posee propiedades desinfectantes y antisépticas y se emplea desde tiempos inmemoriales para depurar y reforzar el organismo.
Suen Harmstrong afirma en su libro dedicado a la cebolla, el ajo y el limón que este cítrico «es el más terrible enemigo del estado reumático, gotoso, palúdico, escrofuloso, sifilítico, canceroso, artrítico, catarral y febril infeccioso«. Otros autores aseguran que favorece la digestión, limpia el intestino, corta la diarrea, etc.
El ajo: Es un potente desinfectante y antiséptico, para algunos más que el alcohol. Elimina los parásitos intestinales, protege contra la colitis, la diabetes, las enfermedades de corazón, además de fortalecer los pulmones, el estómago, los riñones, el páncreas y el corazón.
La sandía: Es una fruta con grandes propiedades diuréticas, activa la función renal y coadyuva en la eliminación de deshechos del colon.
El kiwi: Rico en enzimas digestivas, vitamina C y fibra, favorece el tránsito intestinal y la presión sanguínea.
La zanahoria: Rica en betacaroteno y fibra, es astringente y evita la diarrea, estimula la actividad del hígado, posee grandes propiedades antioxidantes y reduce el colesterol.
La alcachofa: Activa el sistema digestivo, mejora la función biliar y hepática, así como la renal.
El arándano: El zumo de arándano evita que la bacteria E coli se adhiera a las células endoteliales del tracto urinario y así previene la cistitis, una infección habitual del tracto urinario.
La piña: Rica en bromelaína, una enzima proteolítica que disgrega las proteínas. Favorece la digestión y ayuda a la eliminación de restos de materias parcialmente digeridas en el tracto digestivo.
La ciruela: Favorece el tránsito intestinal, ayuda a eliminar las concentraciones de sales biliares en las heces, reduce el nivel de colesterol.
La manzana: Muy rica en fibra soluble, favorece el movimiento del intestino, regula el nivel de colesterol, corta la diarrea, ayuda en la normalización del pH.
La papaya: Fruta tropical rica en enzima proteolítica, la papaína, que disgrega las proteínas. Constituye un remedio tradicional, y efectivo, para tratar la indigestión, combate la acidez de estómago y contiene 5 veces más vitamina C que una naranja.
El orégano: Es muy útil en las dolencias de la vesícula biliar, del estómago, del intestino, así como en las diarreas.
El romero: Estimula la actividad del hígado y de la bilis.
El tomillo: Es un protector natural del intestino y evita las fermentaciones y putrefacciones de los residuos alimentarios, a la vez que facilita la digestión y evita la formación de gases.
El cilantro: combate la atonía gastrointestinal y se usa como tónico estomacal.
El eneldo: es digestivo, diurético y antiespasmódico. Favorece la expulsión de gases intestinales.
El hinojo: estimula la formación de jugos gástricos, combate las flatulencias, mejora la digestión y la diuresis.
El comino: Excita la actividad del estómago, estimula el peristaltismo, es decir el movimiento del intestino, y está indicado en el tratamiento de los cólicos.
El apio: Favorece la secreción biliar, previene los cálculos renales y es diurético.
La menta: Mejora la gastritis, el flato y constituye una buena ayuda para la función del hígado y vesícula biliar, además de estimular la digestión.
El cardo mariano: Es el más poderoso protector del hígado que se conoce.
Esperamos que estos alimentos te sean de utilidad, como ves, la mayoría de ellos son fácilmente accesibles y bastante económicos. ¡A depurarse!