Como remediar la intolerancia a la lactosa

Intolerancia a la lactosa

La leche puede provocarte graves molestias pero sí descuidas sus sorprendentes beneficios para la nutrición puedes dañar tu dieta culturista. Después de todo, la leche contiene proteína, calcio, riboflavina, selenio y vitaminas A, B12 y D, entre otras.

Respecto a la proteína, los mejores suplementos se derivan de la leche, y no vas a dedicarte a consumir batidos de atún. Hablando en sentido práctico, hay que reconocer que resulta difícil tomar 200 o más gramos de proteína diarios a base sólo de comidas sólidas.

Por suerte, disponemos de soluciones para el problema de la lactosa.

¿Cual es tu grado de intolerancia a la lactosa?

La intolerancia a la lactosa suele descubrirse mediante tu propio diagnóstico. Bebes un vaso de leche y sientes dolores abdominales gases o diarreas; entonces se debe a la intolerancia. Significa que el cuerpo reacciona mal ante la lactosa, el azúcar natural de la leche. Evitas ya siempre la leche, y también pierdes todos los productos nutritivos que contiene.

Algunos estiman que el 25% de los adultos padecen deficiencia de lactasa, la enzima necesaria para digerir la lactosa de la leche. Pero las personas de origen asiático y africano todavía sufren más ese problema.

Sin embargo, algunos expertos creen que algunos individuos que padecen intolerancia a la lactosa pueden ser capaces de tolerar la leche en pequeñas cantidades.

Aparte de la intolerancia a la lactosa, muchos culturistas evitan los productos lácteos porque piensan que la leche les hincha, algo que puede resultar desastroso para un físico definido. Sin embargo, este efecto no se ha comprobado  y muchos atletas consumen
leche sin sufrir esos problemas. Puede que se trata de un problema individual o que sea asunto de la leyenda culturista.

Sea cual fuere la razón, muchos culturistas están de acuerdo con Arnold cuando afirma que la leche es para los niños. Si sentís que la lactosa os causa problemas, tenéis tres posibilidades de acción:

  1. No consumir nada que la contenga.
  2. Utilizar suplementos de lactasa para digerirla.
  3. Conseguir una tolerancia hacia la leche.

Veamos estos tres puntos en detalle:

Tomar leche sin lactosa

Si queréis evitar toda la lactosa, necesitáis dejar de tomar no sólo leche. Los helados contienen lactosa, y muchos platos y alimentos cocinados tienen leche y, por lo tanto, lactosa.

¿Qué podemos tomar entonces? Consumir lácteos sin lactosa, muy comunes en la actualidad. Personalmente consumo la leche Pascual desnatada Sin Lactosa y no tengo ningún problema de intolerancia.

También la mayoría de las proteínas lácteas en polvo no la contienen y pueden resolvernos ese grave problema personal, aportando a la vez aislados de proteína de suero de máxima calidad.

El uso de suplementos sin lactosa unido a la elevación del consumo de la proteína de los alimentos: carne magra, aves, pescado y claras de huevo, puede ayudarnos a conseguir esos 2 gramos de proteína diarios por kilo de peso corporal que precisa todo atleta de alto nivel.

Respecto al calcio, debemos tomar ese gramo diario recomendado, y no sólo para salud ósea sino también para control del peso. El calcio ayuda a quemar grasa; su falta puede estimular la producción de enzimas productoras de grasa e impedir la descomposición de ésta. Los cereales y zumos de frutas fortificados con calcio proporcionan parte de nuestras necesidades diarias.

También son excelentes para ese propósito las legumbres y muchos vegetales; los brécoles y las alubias contienen gran cantidad de este valioso mineral.

Pero no os baséis en alimentos como las espinacas para obtener el calcio que os hace falta, porque el cuerpo no lo puede absorber. Los suplementos de calcio, o el calcio añadido a alimentos culturistas, pueden resultar prácticos para saciar vuestras necesidades de calcio. Hablad con vuestro médico respecto a los suplementos que debéis tomar.

Tomar suplementos de lactasa

Si os gusta la leche, pero no os sienta bien, la lactasa puede solucionaros el problema. Hay múltiples maneras añadirla a vuestra dieta. Probad leche tratada con lactasa, las tableta que hay que consumir antes de tomar leche o una vez al día, o las gotas que pueden añadirse a vuestro vaso de leche.

Actualmente es más cómodo tomar simplemente lácteos tratados que no llevan lactosa.

Intenta hacerte más tolerante

Ciertos productos lácteos resultan más fáciles de digerir para las personas con intolerancia a la lactosa, incluyendo alimentos como mantequilla, yogur y kéfir.

Los quesos curados suelen tener menos lactosa y por lo tanto se digieren mejor. Experimentad con pequeñas cantidades de esos alimentos hasta ver cómo el cuerpo los tolera.

Finalmente, a pesar de los diflciles experimentos con la leche, serás capaz de tolerar cada vez más. Prueba empezando con 50 c.c. consumidos con otros alimentos y observa cómo te vas sintiendo.

Si las cosas van bien, intenta incrementar gradualmente tu ingestión de productos lácteos. Algunas personas pueden potenciar su capacidad de ir aceptando la lactosa. Pero si continúas teniendo síntomas negativos, vete a que te vea un médico.

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