Si no tienes mucho tiempo para entrenar puedes saltar con cuerda en vez de realizar largas y aburridas sesiones de ejercicio aeróbico. A esta actividad también se la llama de forma común «Saltar a la comba».
Te resultará de gran utilidad cuando tengas un día muy ocupado, y quemarás las calorías de la misma forma. Además es un excelente ejercicio que puede ser realizado dentro de casa en momento de mucho frio o calor en el exterior.
Para evitar estancamientos en el entrenamiento y para que tu rutina no te aburra, es vital que la vayas cambiando con frecuencia. El entrenamiento cruzado (mezclar diferentes deportes) de este tipo también ayuda a proporcionar un buen equilibrio muscular y reduce las posibilidades de sufrir lesiones por desgaste, debidas a los movimientos repetitivos.
Por lo tanto, saltar a la comba puede ser el cambio que estabas buscando.
Beneficios de saltar a la comba
Saltar a la comba es cualquier cosa excepto un juego infantil. Muchos hemos realizado esta actividad cuando éramos pequeños, y, al ir creciendo, hemos optado por otras formas más tradicionales de ejercicio, como caminar, montar en bicicleta o correr. Pero saltar a la comba proporciona grandes beneficios.
Para empezar, aumenta tu resistencia cardiovascular y te ayuda a tonificar todo el cuerpo. En realidad, una persona de 68 kilos realizando 120 saltos por minuto, durante cinco minutos, puede quemar tantas calorías como si hiciera running durante 20 minutos, según el Nacional lnstitute of Health de Estados Unidos.
Si quieres entrenar específicamente para un deporte, saltando a la comba desarrollarás el equilibrio, la coordinación, la agilidad y el cronometraje. Esta actividad también ayuda a desarrollar la fuerza explosiva en los gemelos, lo que contribuye a mejorar los saltos, hecho que resulta de gran ayuda en deportes como el baloncesto o el voleibol.
Si no te gustan los movimientos de alto impacto, te gustará saltar a la comba; el impacto sobre las articulaciones es menor que con el running, ya que la distancia con el suelo es menor, y las piernas están más relajadas.
Finalmente, el equipamiento es económico, portátil y de fácil mantenimiento.
Un ejercicio exigente
Ahora que ya tienes claros los beneficios de saltar a la comba, ¿por dónde tienes que empezar? Tras elegir la comba más apropiada (consulta «las mejores cuerdas»), ha llegado el momento de ponerte en marcha. Aunque pueda parecer sencillo, no te dejes engañar; saltar a la comba es difícil en su simplicidad. Inicialmente, puedes saltar durante 30 segundos, y luego hacer running sin moverte entre 30 y 60 segundos más.
Después, intenta saltar de nuevo. Continúa con este ciclo durante diez minutos, aumentando gradualmente el tiempo cada vez. Con cada nueva sesión de ejercicio, intenta ir incrementando el tiempo de salto a la vez que reduces el de running.
Si no quieres correr, una posible alternativa sería ir balanceando la comba de un lado al otro entre 30 y 60 segundos. Para hacerlo, sujeta las dos asas juntas y balancea la cuerda con un movimiento de arco, girando el cuerpo hacia el lado opuesto al de la comba (con los pies inmóviles). El objetivo en todo caso es elevar y mantener la frecuencia cardiaca.
Recuerda que debes mantener la forma adecuada. Mantén los codos lo más cerca posible del cuerpo y balancea la cuerda utilizando solamente las muñecas, y no los brazos. Para reducir el impacto sobre los tobillos y los pies, salta a una altura justo suficiente como para superar la comba, no más. Aterriza sobre la parte anterior del pie y baja los talones para absorber el choque.
Saltos
A medida que tu habilidad y tu acondicionamiento mejoran, puedes intentar los siguientes movimientos avanzados:
Rodillas altas: (en la mitad del mismo más o menos): Alterna saltos levantando las rodillas lo más arriba posible, en dirección a los pectorales. De esta forma, trabajarás la zona lumbar.
Salto de tijera: (Ver vídeo) Mantén las rodillas ligeramente flexionadas, y alterna los aterrizajes con un pie delante del otro. A medida que vayas dominando el movimiento, separa más las piernas. Este salto mejora la coordinación y el cronometraje.
Salto Del Esquiador: Este movimiento es similar al que realizan los esquiadores con las piernas, y proporciona un excelente acondicionamiento. Marca una línea central al frente con una cinta. Con las mpiernas juntas, salta a la izquierda de la línea y después a la derecha, volteando la cuerda de forma alternada.
Las Mejores Cuerdas
Si tus hijos se quejan porque siempre te llevas sus combas, puede que debas plantearte la posibilidad de comprarte la tuya propia. Aquí tienes algunos consejos.
Elige una cuerda de plástico o cuero: Estas combas conservan su forma durante el movimiento, y se deslizan por el aire de forma suave. Las de nylon suelen deformarse durante el recorrido y pueden engancharse en tus pies.
Las asas tienen que ser de espuma suave o goma: para evitar al máximo que surjan endurecimientos en las manos. También puedes comprar una cuerda con asas esféricas, que permiten una rotación más suave. Mientras giras la cuerda, la coordinación entre ésta y las asas será perfecta. En algunos modelos modernos, se incluye un contador digital que calcula el tiempo y el número de revoluciones durante la sesión de saltos.
Para determinar la longitud correcta, ponte de pie sobre el centro de la cuerda y tira de los extremos hacia los lados. Las asas deben llegarte a la altura de las axilas.
Además de una buena comba, es importante que adquieras un buen par de zapatillas con una buena amortiguación. Con ellas, reducirás considerablemente los impactos.