Si abusas de uso del tacón quizás deberías replanteártelo… ¿De verdad merece la pena aparentar ser unos centímetros más alta? Lo veremos a continuación.
El uso de tacones altos o zapatos estrechos son una de las causas más frecuentes de alteraciones graves en el tendón de Aquiles, dedos en martillo, callos, juanetes, compresión de los nervios y alteraciones en la columna.
En USA se producen 800.000 intervenciones al año relacionadas con patologías en el pie, el 90% de ellas en mujeres. ¿Cuestión de hormonas? No. Cuestión de tacones.
Quizás te parezca exagerado pero te puedo asegurar que no sería descabellado que en la cajas de los tacones apareciera un mensaje con algo parecido a «El uso de estos zapatos puede provocar graves deformaciones en la estructura del pie, dolores de espalda, mala circulación, retención de líquidos y aparición de celulitis«.
Como afecta el tacón alto
Consecuencias negativas a nivel mecánico
El uso de tacones desplaza el peso del cuerpo hacia delante, aumentando la presión sobre los dedos y trasladando los puntos naturales de apoyo.
Te obliga a modificar la postura corporal para compensar este desequilibrio, híperextiende las rodillas y arquea la zona lumbar afectando a toda la columna. Todas las articulaciones se encuentran fuera de su mecánica natural y se generan compensaciones que terminan deformando y lesionando las estructuras músculo esqueléticas.
Llevar tacón aumenta la tensión en toda la cadena muscular posterior desde el tendón de Aquiles, pasando por sóleo, gemelos e isquiotibiales hasta toda la musculatura erectora de la columna. No tardan en aparecer acortamientos musculares, con afectación por compresión a multitud de raíces nerviosas que terminarán provocando dolor.
Además, un calzado con tacón alto suele ir acompañado de una puntera estrecha. A medio y largo plazo, el objetivo que se pretende no es el que se obtiene. Aparecen multitud de alteraciones graves y evidentes en la estructura del pie, provocando dolor y, desde luego, una imagen muy poco atractiva por los conocidos juanetes o dedos en martillo.
Consecuencias negativas a nivel circulatorio
El tacón no sólo trae consecuencias negativas a nivel mecánico, también dificulta el retorno venoso, favoreciendo la retención de líquidos en todo el miembro inferior y la tan temida aparición de celulitis.
El abuso del tacón alto es una de las principales causas reconocidas que influyen de forma importante en estas alteraciones.
Si quieres eliminar estos efectos, es más fácil eliminar la causa que tratar estos efectos con costosas operaciones quirúrgicas.
Alteraciones causadas por el tacón
Cuando ves a una top model usando tacones altos y adoptando esas posturas tan sugerentes, quizás te parezca una mujer atractiva y elegante pero repasando lo dicho anteriormente lo que también tenemos delante es una mujer con patrones posturales erróneos que a medio plazo está limitando su calidad de vida, dispuesta a pagar un precio demasiado elevado por estar a la moda, parecer más alta, etc.
Juanetes (‘Hallux valgus’)
Esta alteración se caracteriza por una desviación hacia dentro del dedo gordo, llegando incluso a montarse sobre el segundo dedo y se produce por la presión excesiva del peso corporal sobre la parte delantera del pie.
Este desplazamiento del dedo gordo desencadena la prominencia de la cabeza del primer metatarsiano, formando el juanete.
Es una alteración genética en gran medida. Si existen antecedentes familiares, es muy aconsejable que evites utilizar calzado con tacón alto.
Sesamoiditis
Una vez más, la elevada presión produce una inflamación de los huesos sesamoideos, que están situados bajo el metatarsiano del dedo gordo y tienen una importante función en el movimiento de despegue del pie del suelo.
Dedos en martillo
Los dedos pequeños se deforman con un encorvamiento hacia arriba, produciendo dolor y la aparición de callosidades. (Ver foto más arriba)
Neuroma de Morton
Hay estudios que demuestran que un tacón de ocho centímetros provoca siete veces más presión en la zona anterior del pie que uno de dos centímetros.
El neuroma de Morton se evidencia por la aparición de hormigueo, dolor y ardor que empeoran al caminar.
Son síntomas de la disminución del riego sanguíneo y compresión de los nervios plantares, que se inflaman.
Inflamación del tendón de Aquiles
La posición en extensión del tobillo a la que obligan los zapatos altos termina por acortar la longitud del tendón de Aquiles. La articulación pierde movilidad y se puede observar cómo al realizar sentadillas, el talón se despega de la superficie, perdiendo estabilidad.
Si se realizan actividades de carrera o salto es fácil que aparezca inflamación (tendinitis) con dolor, incluso puede llegar a la rotura.
Inestabilidad del tobillo
La inestabilidad al caminar afecta especialmente a la articulación del tobillo.
Se producen esquinces y microtraumatismos que a largo plazo y al practicar alguna actividad deportiva aumentan el riesgo de lesión.
Artrosis de la rodilla
La rodilla es uno de los puntos débiles en la mujer. Si a esta situación de menor eficiencia mecánica se le suma la influencia del tacón, el desgaste articular se ve acelerado.
Es una alteración de las denominadas silente, ya que no produce dolor hasta que es demasiado tarde y la artrosis aparece en etapas aún relativamente jóvenes de la mujer, disminuyendo su calidad de vida.
Alteraciones en la columna
El desplazamiento del centro de gravedad influye de forma muy evidente en la integridad de la columna vertebral: se acentúa la lordosis lumbar y se generan compensaciones que terminan presionando raíces nerviosas.
Conclusiones
Todos los expertos coinciden en recomendar utilizar el calzado de tacón alto sólo en ocasiones puntuales y no a diario.
Los podólogos recomiendan que no supere los 2,5 centímetros, sin embargo, es habitual que sobrepasen los 10.
