El vino… ¿Es realmente saludable?

Vino saludable

El vino ha jugado un papel muy importante en la historia de la humanidad…

Según la Biblia, poco después de alcanzar tierra con su arca, Noé empezó a cultivar el primer viñedo del mundo. Obedeció esa orden y pronto se emborrachó. No debió afectarle mucho en su salud, puesto que se dice que vivió durante 950 años.

Un grupo de arqueólogos descubrió una bodega de vino en Israel de 2.600 años de antigüedad.

El padre de la medicina, Hipócrates , reconoció las propiedades curativas del vino.

De manera que el vino no es algo nuevo para nosotros, pero ¿cuán saludable es?

Gran poder antioxidante

El vino contiene más de 300 componentes además del alcohol, incluyendo componentes que no se encuentran en ninguna otra bebida alcohólica.

Los factores nutricionales que ponen al vino, especialmente el vino tinto, en un punto diferente que el resto de bebidas son sus numerosos componentes antioxidantes, como el polifenol.

Algunos estudios sugieren que el polifenol que contiene el vino no es fácilmente absorbido por el cuerpo y que, por el contrario, los antioxidantes que encontramos en la cerveza son más absorbibles.

Pero es difícil ignorar la plétora de estudios que señalan los efectos beneficiosos que tiene en la salud la toma moderada (entre dos o cuatro vasos al día) de vino tinto.

La actividad antioxidante de un vaso de vino tinto se ha calculado que equivale a 12 vasos de vino blanco, dos tazas de té, cinco manzanas, cinco cebollas, 5.5 berenjenas, 3.5 vasos de zumo de grosella negra, 16 cervezas, siete vasos de zumo de naranja o 20 vasos de zumo de manzana.

Acompañando las comidas

Cuando comes alimentos con alto nivel de proteínas, como carnes o pavo, las grasas que contienen experimentan un proceso de oxidación en el estómago.

Las grasas oxidadas de los alimentos están muchas veces ligadas con muchas enfermedades, como la arteriosclerosis, cáncer y la diabetes. Un reciente estudio ha descubierto que cuando bebes vino durante una comida con niveles altos de proteínas, la oxidación de las grasas disminuye un 50%. Ello puede explicar la tradición francesa, así como la dieta mediterránea, que se aprovecha de los beneficios de la ingesta moderada de vino tinto.

Hace algunos años, la paradoja francesa (los franceses que comen grandes cantidades de grasa suelen tener menos enfermedades de corazón)se atribuyó a la costumbre que tienen de beber vino tinto en sus comidas.

Sustancias Activas

El factor activo en el vino se dio por sentado que era el resveratrol. Sin embargo, estudios más recientes ponen en duda que el resveratrol sea el principal factor protector del vino tinto, en lugar de eso, establecen que existe una sinergia de numerosos polifenoles y flavonoides que actúan en conjunto.

Un estudio estableció que se reduce en un 32% el riesgo de arteriosclerosis con una toma regular de vino tinto, junto con un 22% de reducción de derrame cerebral.

Se ha insinuado que varios polifenoles del vino pueden conducir a la síntesis y eliminación del óxido nítrico. Como la mayoría de los culturistas saben, no ayuda a dilatar los vasos sanguíneos. De hecho, existía una «costumbre» entre los competidores de culturismo en los años 70 de tomar pequeñas dosis de vino justo antes de competir.

La teoría era que se pronunciaba más la vascularidad, lo cual hacía aparentar al competidor más musculoso y esculpido.

Otros beneficios del vino

Otros efectos beneficiosos del vino incluyen un incremento en HDL (colesterol bueno), un efecto preventivo contra la baja densidad de las lipoproteínas, o LDL, oxidación y un nivel bajo de coagulación de la sangre arterial (la coagulación a veces puede ser un detonante para que se produzcan ataques al corazón o derrames).

En 1997 un estudio en el cual participaron 14 hombres, de edades comprendidas entre los 21 a los 50 años, se les hizo beber dos vasos de vino tinto diariamente durante seis semanas, y el resultado fue que no encontraron cambios en el peso corporal y ninguna
ganancia de grasa corporal en ellos. Aquellos efectos se atribuyeron al efecto positivo del vino en el metabolismo de la insulina.

¿Y que pasa con el alcohol?

Si lo tomas de forma moderada, (una copa al día acompañando a la comida principal) no vas a tener ningún tipo de problema asociado al consumo de alcohol, ni para tu salud ni para tus objetivos culturistas.

Algunos estudios sugieren, sin embargo, que puedes llegar a conseguir los efectos beneficiosos del vino, pero sin el alcohol, mediante el zumo de uva morada.

Posibles problemas

Algunos vinos contienen sulfitos como conservantes, que pueden causar reacciones alérgicas severas en algunas personas.

Otras personas son más sensibles a la levadura que encontramos en el vino. Mientras que beber una pequeña cantidad de vino antes de dormir puede limitar el insomnio, tomar grandes cantidades de éste oprime la respiración, pudiendo llegar a provocar apnea.

Un aminoácido que encontramos en el vino, llamado tiramina, puede provocar dolores de cabeza y, cuando es combinado con algunos medicamentos, puede incrementar de forma peligrosa la presión sanguínea. Si sueles tener ardor de estómago, evita el vino porque lo empeora.

Estudios

Gorelik, S., et al. (2008) The stomach as bioreactor: When red meta meets red wine. J Ag Food Chem. 56:5002-5007 Chem. 56:5002-5007.